Muchas de las firmas automovilísticas que fabrican superdeportivos aseguran que con la inclusión de diferentes aspectos funcionales se puede conseguir un mejor rendimiento. Por eso no es raro ver un superdeportivo ensanchado, con spoilers, branquias o alerones, pero esto no es algo que pase en todas las marcas. Hay algunas que prefieren prescindir de esos elementos, como por ejemplo Aston Martin.

Por eso, esta firma siempre se ha caracterizado por lanzar al mercado modelos con un diseño espectacular, muy elegante y donde no hay ningún aspecto a cuestionar de su belleza.

Si os gustan los modelos de esta firma, sabréis que cualquiera de ellos destaca por una indiscutible elegancia, como el nuevo DBS Superleggera, el cual destaca por los 180 kilos de carga aerodinámica que generan cuando va a toda velocidad.

Esto es posible gracias a un pequeño spoiler trasero, un difusor posterior inspirado en la Fórmula 1 y un discreto splitter frontal. A pesar de estos elementos, no rompe con la armonía ni la estética del conjunto, creando un auto realmente bonito.

Un GT extremo difícil de domar

Se trata de un GT extremo que pasará a formar parte de la gama de Aston Martin a partir del próximo otoño. Es un coupé de 2+2 plazas, con casi 1.700 kilos de peso en vacío y al que le han rebajado 72, para lo que han tomado como referencia el DB11 V12.

Al chasis de aluminio se le han incorporado diferentes paneles de fibra de carbono en la carrocería, incluido también el techo y se han adelgazado infinidad de elementos, desde los faros hasta las llantas. A pesar de ello, hay que decir que este modelo usa grandes discos de freno de carbono de 410 milímetros de diámetro en el eje delantero y de 360 en el trasero.

Son capaces de detener el auto con una gran eficacia y tienen la capacidad de soportar bien la fatiga cuando sometemos al auto a un castigo prolongado.

Si hablamos del motor que tiene el DBS Superleggera, hay que destacar que cuenta con un bloque biturbo de 12 cilindros V12, con 5.2 litros de cilindrada y 725 caballos de potencia y un elevado par que se dispara hasta los 900 Nm.

Destaca por subir bastante pausado hasta las 2.200 revoluciones y después de ello es cuando comienza a notarse el tirón y nos deja claro de que se trata de una auténtica bestia, sobre todo cuando llega a las 4.000 revoluciones por minuto.

Tiene tanta potencia que resulta imposible mantener el auto a 4.000 revoluciones durante mucho tiempo dado que ni las ayudas electrónicas pueden impedir que el auto comience a dar coletazos en la parte trasera, dejando patente la increíble potencia con la que cuenta este vehículo.

Una fantástica respuesta en rectas

Donde responde a la perfección es en las rectas, dejando claro que cuenta con una gran potencia y que no se va a achicar en ningún momento, por compleja que sea la carretera o por mal que se encuentre el firme, aunque eso sí, hay que estar acostumbrado a conducir vehículos como este.

A pesar de su gran potencia, el DBS Superleggera no llega a ser tan rápido como el Ferrari 812 Superfast, el cual cuenta con uno de los mejores motores de 12 cilindros que hay actualmente en el mercado, con 800 caballos de potencia.

Eso sí, este Aston Martin se pone de 0 a 100Km/h en tan solo 3,4 segundos, algo de lo que no todos los superdeportivos pueden llegar a producir.

Destaca también por contar con suspensión independiente a las cuatro ruedas, formada por brazos dobles superpuestos delante y por un sistema multibrazo en el tren posterior. Además, su dureza se puede regular en tres niveles diferentes al igual que la inmediatez de respuesta tanto del motor como de la transmisión gracias a pulsadores que hay en el volante.

En aquellas zonas de terreno donde sea desigual y esté mojado, la mejor opción de amortiguación es la GR, mucho más blanda y confortable.

En la suspensión Sport, el comportamiento es algo más violento y sobre todo exigente, pero si hay que destacar un modo es el Sport +, muy dura ya la que no todo el mundo puede llegar a estar acostumbrado. Aunque si rodamos con este modo en un circuito o en un asfalto de buena calidad, la eficacia y respuesta será superior.

Un chasis mucho más ligero que versiones anteriores

La configuración del chasis del DBS Superleggera se ha optimizado y en este caso va cinco milímetros más pegado al suelo y las geometrías de la suspensión pueden variar, proporcionando más caída en ambos ejes para favorecer la estabilidad en las curvas.

Monta neumáticos Pirelli P-Zero específicos, lo que sumado a su depurada aerodinámica, el diferencial autoblocante, sus potentes frenos y su sistema torque vectoring para ajustar el par adecuado en cada rueda, ayudarán mucho a una conducción mucho más agresiva.

Cuenta con una caja de cambios ZF de 8 velocidades, algo muy cómodo, sobre todo cuando queremos sacar la barra que tiene este DBS Superleggera. La caja va sobre el eje trasero para equilibrar al máximo el reparto de pesos, quedando en un 51% delante y 49% detrás. Además el paso de una marcha a otra en modo manual se hace gracias a grandes levas fijas en la columna de la dirección, con lo que se podrá sacar el máximo partido a la conducción extrema.

En cuanto al interior hay que destacar que es impecable, acabado con materiales de la máxima calidad, proporcionándole la característica elegancia que siempre ha acompañado a los autos de la firma británica.

El cuadro de instrumentos varía si lo comparamos con el DB11 y en este caso es de estilo Vantage, muy minimalissta y con tres piezas que agrupan un gran número de información. En cuanto a las plazas traseras son testimoniales, sirviendo solo para niños de pequeña estatura. Su precio, será superior a los 310.000 dólares estadounidenses a lo que habrá que sumar los aranceles y el transporte.